Tener una vocación
es esencial para el bienestar emocional. Aprender a explotar nuestros
talentos nos hace sentir realizados. Para que descubras tus talentos y
encuentres tu vocación, te recomiendo los siguientes tips.
Hay distintas opiniones sobre el talento, una de ellas es que es algo innato y otra que es algo que se puede adquirir. Voy a hablar sobre el tipo de talento con el que se nace y sobre cómo se puede descubrir. (Para esto encontrarás un regalito más adelante). En este sentido, el talento sería definido como algo que te gusta hacer, que se te da bien hacer y por ello disfrutas haciéndolo. No supone un esfuerzo realizarlo y puedes aprenderlo o mejorarlo fácilmente.
1. Examina tu satisfacción: El primer paso para encontrar tu vocación
es examinar tu nivel de frustración, vacío o plenitud en la vida. De
esta manera detectas tu descontento creativo y puedes iniciar con la
búsqueda de un cambio.
2. Elimina el miedo: La
mayoría de las personas cree que si se dedica a lo que le gusta
fracasará. Por el contrario a lo que se piensa, quienes se ocupan de sus
intereses son más saludables, exitosos y felices.
3. Explora tus fortalezas: Los talentos pueden ser naturales o aprendidos. Un estudio de la Psicología Positiva sugiere
que el carácter de las personas tiene cinco virtudes principales que
pueden elevar tu potencial a medida que las cultivas.
4. Todo a su medida: Si un
trabajo te resulta demasiado fácil, te aburre; pero si es muy difícil,
te frustra. Cuando hay un equilibrio entre el desafío y la destreza, y usas tu talento para realizarlo, “fluyes” de tal forma que las horas pasan sin darte cuenta y sin perder el entusiasmo.
5. Practica: El denominador común de las personas exitosas es la regla de las “10 mil horas”. Una investigación de la Universidad de Pennsylvania
sugiere que para que un talento sobresalga se debe invertir una gran
cantidad de tiempo para practicarlo. ¿Te suena el dicho de que la
práctica hace al maestro?
Lo más importante si descubres tu talento y actividad preferida, es intentar acercarte a alguien que ya lo haga y aprender de esa persona, pues por más que sea un talento deberás aprender y practicar para mejorarlo.
Con práctica y fuerza de voluntad lograrás convertir ese talento en algo destacable y digno de mención. Puedes
trabajar en tus debilidades, pero nunca será tan beneficiosa la
inversión de energía como si lo haces en tus fortalezas o talentos.
Detectar
que posees un talento y que tus estudios o profesión no están
relacionados con ese talento da miedo, pues si decides luchar y
potenciar tu talento quizá debas renunciar a muchas cosas. Decidir
llevar a cabo un cambio en tu profesión suele asustar porque no sabes cómo será, por la incertidumbre.
Pero si estás desempleado tampoco sabes cómo irá, por lo tanto ya estás viviendo en la incertidumbre.
La diferencia entre una y otra, es el poder de acción o control que
tienes en cada una. No puedes controlar que contraten personal en esa
empresa que te gusta. Pero si puedes controlar y decidir si inviertes tu tiempo en aquello que te gusta, en tu talento.
El miedo mata los sueños, las pasiones y los talentos que poseemos. Miedo a fallar, al qué dirán, a lo que suceda… Pero hay algo que debes saber, si encuentras lo que te apasiona, nunca pensarás en jubilarte o en que llegue el viernes por la tarde o las vacaciones. Disfrutarás todos los días de tu vida pues haces lo que te gusta y se te da bien. ¿Puede haber mayor regalo que ese?
Finalmente, recuerda que nunca es demasiado tarde para encontrar tu vocación,
esto puede ocurrir a cualquier edad e implica un cambio total a favor
de la motivación y el bienestar. Y tú, ¿ya descubriste tu talento?
Todos tenemos talentos, pienso que no se debe caer en la postración. La parálisis es ser mediocre y confirma que se es tibio y eso es lo peor no tener convicciones. Por el contrario ser responsable implica aprovechar lo que tengo, con lo que cuento y potenciarlo.
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