miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Cuáles son los tres componentes de la actitud?

Por su parte la Escuela de los Componentes Múltiples (o Multidimensional), conceptualiza la estructura de la actitud formada por tres componentes
  1. Cognoscitivo. Está formado por las percepciones y creencias hacia un objeto, así como por la información que tenemos sobre un objeto. Los objetos no conocidos o sobre los que no se pose información no pueden generar actitudes. La representación cognoscitiva puede ser vaga o errónea, en el primer caso el afecto relacionado con el objeto tenderá a ser poco intenso; cuando sea erronea no afectará para nada a la intensidad del afecto.

  2. Afectivo es el sentimiento en favor o en contra de un objeto social. Es el componente más característico de las actitudes. Aquí radica la diferencia principal con las creencias y las opiniones -que se caracterizan por su componente cognoscitivo-
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  3. Componente Conductual es la tendencia a reaccionar hacia los objetos de una determinada manera. Es el componente activo de la actitud. Sobre este componente y la relación entre actitud-conducta y las variables que están interviniendo girará nuestra investigación.
     Creemos importante reseñar la distinción efectuada por Fishbein y Ajzen (1975, pp.12-13) entre los componentes cognitivo, afectivo y conductual de las actitudes. El componente cognitivo se refiere al grado de conocimiento, creencias, opiniones, pensamientos que el individuo tiene hacia su objeto de actitud. El componente afectivo alude a los sentimientos de una persona y su evaluación del objeto de actitud, en tanto la dimensión conductual cubre tanto sus intenciones de conducta como sus acciones de respecto a su objeto de actitud. 

     Parece no existir unanimidad respecto a la relación entre actitud y conducta. Para algunos autores como Newcomb, la conducta de una persona es función de su actitud actual y de la situación en que se pone de manifiesto esta actitud, que puede limitarla o inhibirla. Para otros, como Kretch y Crutchfield, la actitud representa la propia fuerza motivadora para la acción; debido a su carácter de instigador a la acción, las actitudes pueden considerarse buenos elementos para la predicción de una conducta manifiesta. Sin embargo; no siempre se registra una absoluta coherencia entre los componentes cognoscitivos, afectivos y conductuales de las actitudes. 

Las actitudes de forma general podemos caracterizarla a través de los siguientes rasgos distintivos:
  1. Dirección es la dirección de la actitud que puede ser positiva o negativa.
  2. Magnitud es el grado de favorabilidad o desfavorabilidad con el que se evalúa el objeto de la actitud.
  3. Intensidad es la fuerza del sentimiento asociada con la actitud.
  4. Saliencia o Centrabilidad se refiere a la prominencia de la actitud como guía del comportamiento del sujeto.
     El estudio de las actitudes ha habido dos corrientes principales de pensamiento. Una de ellas presupone un modelo irracional del hombre, según el cual el hombre tiene muy poca capacidad de reflexión y de razón, escasa capacidad de discriminación, poca comprensión de sí mismo y una corta memoria. Este es el modelo seguido, en general por la publicidad en sus inicios y por la publicidad subliminal y marginal actualmente. Este tipo de trabajos se inicia con demostraciones de laboratorio acerca del poder de la sugestión hipnótica. 

     La segunda corriente es conceptualmente opuesta y consideran al hombre dotado de una corteza cerebral que constantemente intenta dar sentido al mundo que le rodea, con capacidad discriminante, de razonamiento, de autocrítica y de autocomprensión. Los sistemas educativos se basan en esta concepción. 

     De forma general y tras el análisis realizado por diversos autores podemos reseñar que el modelo irracional funcionaba mejor cuando la situación imponía duras restricciones a la conducta exploratoria y a las alternativas de respuesta. Cuando los individuos han de dar respuestas rápidas sin que puedan explorar adecuadamente la naturaleza del problema, cuando tienen muy pocas alternativas de respuesta disponibles, cuando se han suscitado sus propias necesidades emocionales profundas, entonces, por lo general, reaccionarán de modo parecido a como lo hace un sujeto bajo hipnosis. Por otra parte cuando el individuo tiene la oportunidad de un contacto más apropiado con los aspectos más relevantes del medio, cuando tienen feedback en sus contactos con la realidad y varias opciones de respuesta, su conducta reflejará el uso de sus facultades racionales.

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